La infección bacteriana representa una seria amenaza para la salud humana, y el problema de la resistencia bacteriana se ha convertido en un gran desafío para la salud pública mundial, por lo que el desarrollo de nuevos materiales antibacterianos eficaces es una necesidad. Los polímeros catiónicos obtenidos demuestran un efecto antibacteriano significativo en Escherichia coli (E. coli) y en Staphylococcus aureus (S. aureus) y presentan una buena compatibilidad biológica, lo que los convierte en materiales poliméricos antibacterianos con amplias perspectivas de aplicación.